Si actualmente estás ejecutando una campaña de máximo rendimiento, es muy probable que estés perdiendo dinero y conversiones. Según Google, estas campañas están diseñadas para complementar tus campañas de búsqueda. Sin embargo, si no se aplican las restricciones adecuadas, es común que canibalice las otras campañas y se atribuya el crédito por las conversiones.
Cuando ejecutas una campaña de máximo rendimiento, no puedes controlar en qué búsquedas se mostrarán tus anuncios. A menudo los clics e impresiones se inflan con búsquedas de marca, lo que puede ocultar el rendimiento de palabras clave menos relevantes. Hasta hace poco, la única forma de excluir palabras clave de las campañas de máximo rendimiento era enviando una solicitud al equipo de Google.
Supongamos que tienes un e-commerce de accesorios y que la mayoría de tus conversiones provienen de una campaña de marca. Al activar una campaña de máximo rendimiento (pmax), esta competirá con tu campaña de marca llevándose las conversiones, y lo peor, tus anuncios se mostrarán cuando los usuarios busquen a tus competidores o incluso en categorías de bajo rendimiento, es precisamente en estos dos grupos donde se incrementar el gasto de la campaña.
Para evitar desperdiciar tu presupuesto con las campañas de máximo rendimiento la mejor opción es excluir tu marca y marcas competidoras, ya sea enviando una solicitud a Google o esto te ayudara tener mayor control sobre las búsquedas en que se muestran tus anuncios.